domingo, 13 de diciembre de 2009

El Murcia no funciona fuera de casa

El conjunto grana se ve claramente superado en la segunda parte por el Villarreal B y sigue sin ganar lejos de Nueva Condomina después de diez mesesLa Opinión
ÁREA 11. VILLARREAL El Murcia sigue sin funcionar lejos de Nueva Condomina, donde no gana desde hace diez meses, y ayer cayó derrotado ante un Villarreal B que dio un baño a los murcianistas en la segunda parte. Y eso que los de José González, sabedores ya de la derrota del Castellón, saltaron al césped con la intención de lograr una victoria para alejarse del último puesto de la clasificación.
El encuentro comenzó con un Murcia muy incisivo que no tardó en irse en busca de la portería contraria y que ya de entrada realizó varias combinaciones por las bandas en busca de Natalio. Pero el delantero no podía zafarse de ninguna de las maneras del marcaje ejercido por los centrales villarrealenses Musacchio y Kiko.
Ante esta situación, las jugadas a balón parado eran la única alternativa para que los hombres dirigidos por José Miguel González encontraran el camino del gol. En una de ellas, el lateral diestro David De Coz a punto estuvo de lograr el primer tanto del choque mediante un fuerte disparo desde el semicírculo del área amarilla.
Pasados los primeros compases del encuentro, el Villarreal B intentaba despertar de su letargo, pero a pesar de sus aproximaciones, ninguna de ellas era lo suficientemente buena como para crear peligro en el arco defendido por Alberto.
La ausencia en el once inicial de Marco Ruben estaba pasando a factura en ataque al cuadro castellonense. Ante la falta de ocasiones de peligro por parte de las dos escuadras, el choque pasó a jugarse más en el centro del campo. En esta peculiar batalla, el dúo formado por Matilla y Marcos Gullón se impuso en la mayoría de ocasiones al formado por Álvaro Mejía y el ex villarrealense Pere Martí. Esta circunstancia provocó que el filial amarillo pisara más el área contraria que su rival, pero los futbolistas villarrealenses seguían demostrando una preocupante inoperancia a la hora de crear peligro de gol.
La solución que adoptó Garrido para solucionar tan grave problema fue la de tocar el balón y dormir el encuentro. Los jugadores amarillos intentaron mantener la posesión del esférico el máximo tiempo posible para en un despiste del cuadro grana, ayer de azul celeste, encontrar un poco de serenidad para así anotar el primer gol del partido.
Lo malo de este plan era la presión murciana. Los futbolistas de González continuaban desplegando una asfixiante presión capaz de agobiar a cualquier equipo. Así pues, no era muy complicado para el Murcia recuperar el esférico y así montar un contragolpe. En una de esas contras, el interior Isaac forzó una falta que terminó en un gol anulado a Mario Rosas.
El futbolista malagueño se encontró un balón dentro del área que según el linier Moreno Clemente controló con la mano. De nada le sirvió al jugador formado en La Masía el posterior remate por bajo ajustado al palo. El gol no era válido.
Tras este tanto anulado, los murcianos se vinieron arriba, y estuvieron muy cerca de adelantarse en el marcador antes de que el colegiado pitara el descanso. En una incorporación al ataque desde su cueva situada en el eje central de la defensa, Juan Cruz Ochoa conectaba un potente disparo que dejó temblando el larguero de la portería de Juan Carlos.
Ya en el segundo período, el Villarreal B encontró a balón parado y en la cabeza de un defensa central toda la inspiración ofensiva que se le negó a lo largo de la primera parte. Tras un córner botado por Javier Magro Matilla, Mateo Musacchio conectaba un cabezazo desde en el área grande del Murcia que hizo que el balón cogiera una endiablada parábola imposible de detener para el guardameta Alberto.
Con el 1-0 campando en el electrónico el filial amarillo se echó para adelante con la empresa de lograr pronto un segundo gol que le garantizara más tranquilidad. Este llegó a los veinte minutos de la reanudación. Tras un fallo en el despeje de lateral diestro Ochoa, Cristóbal recogió un balón suelto para plantarse sólo delante de Alberto, al que batió con una sutil vaselina.
Los últimos minutos del partido fueron un monólogo para el Villarreal B, aunque con opciones para el Murcia, especialmente para Óscar Sánchez, quien falló ante el meta Juan Carlos un penalti pese a repetirlo en dos ocasiones. En el tiempo de descuento, Chando recortó distancias con un gol típico de delantero centro que para poco sirvió.
Así, con esta derrota en el campo del Villarreal B el Real Murcia sigue sin ganar fuera de casa, mala racha que ya se alarga desde el pasado mes de febrero.

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