domingo, 10 de enero de 2010

El Real Murcia pierde contra el Elche y se acerca más que nunca a Segunda B

Escudero lanzó un balón al palo, Bruno falló un penalti, la grada perdió la paciencia y la Nueva Condomina estalló en contra de Samper
La Verdad
Se acaba el tiempo. El reloj del Real Murcia ha comenzado la cuenta atrás. Pasan los partidos. Vuelan los puntos. El camino hacia Segunda B quedó ayer más claro y despejado que nunca. La afición lo sabe. Nueva Condomina ha estallado. El público grana aguantó con resignación los últimos tropiezos. Apoyó pacientemente a equipos que no rindieron: plantillas que tentaron a la suerte en varias temporadas y que no alcanzaron los objetivos. Ayer la afición no pudo más. La paciencia se vio superada, sobrepasada tras fallar una de las pocas oportunidades que le quedaban al Real Murcia para enfilar la permanencia. Grito el público, se desesperó la grada y el equipo se hundió en la desesperación más absoluta. Nada funciona. Todo se derrumba. La entidad grana se desploma.
Desde el principio faltaba algún indicio que hiciera presagiar un buen partido. Comenzó la jornada a las seis de la tarde, pero en realidad, los despropósitos del Real Murcia se iniciaron por la mañana, en la reunión del consejo de administración para tratar temas deportivos. Nada se solucionó en el consejo y posterior comida convocada por Jesús Samper y nada salió bien unas horas más tarde sobre el terreno de juego. Son dos parcelas diferentes, pero en el fútbol suelen ir unidas. El dueño del Real Murcia se ha convertido ya en el centro de todas las iras y las frustraciones acumuladas por una afición que desea más que nunca un equipo digno y virtuoso, que salga airoso de la Segunda División, tal y como marca la historia grana, y pueda optar, de vez en cuando, a codearse con los mejores en Primera. Nada está más lejos de la realidad, hoy por hoy, en la Nueva Condomina. La ruina económica ha dejado de ocupar la primera fila y lo que más acucia es la falta de acierto deportivo. Ayer, contra el Elche, nada se aclaró. Todo siguió siendo gris.
Salvo un balón al palo de Sergio Escudero, una de las promesas del equipo grana que, sorprendentemente, no juega, y un gol anulado de Chando, el partido no doy mucho de sí en la primera media hora.
El Real Murcia sigue teniendo los problemas de siempre. No hay conducción de la pelota, ni transición de la zaga a los delanteros, nadie encuentra un balón digno de remate, ni una jugada en las que se pueda sorprender al contrario. No es mucho más que eso el Elche, pero al menos el equipo de Bordalás no pierde los nervios, no hace jugadas disparatadas y mantiene la posición. Al final tuvo su premio: pase atrás, centro y gol de Juli.
Para el Elche ya estaba todo hecho. En Segunda División, y aún más en los equipos que deambulan por el fondo de la tabla, nadie es muy generoso en su juego, nadie apabulla a nadie, ni mucho menos regala un fútbol de ataque, lo que hace aún más dolorosas ciertas derrotas. El equipo ilicitano se dedicó a aguantar, no cometer errores y esperar.
Con todo perdido al Real Murcia le tocaba de nuevo la cuesta más empinada. Superar un gol ante un equipo que ya no quería jugar.
Difícil era que el Real Murcia se encontrara con un gol de jugada, porque no había jugada alguna que llevarse a la boca, así que la oportunidad llegó en forma de penalti. Parecía que lo más complicado estaba hecho. El árbitro había señalado la pena máxima sobre Kike justo antes del descanso. Otro error. Porque en el Real Murcia lo más difícil es convertirlos en gol. Bruno, que ya había fallado en dos ocasiones anteriores. Intentó resarcirse, pero lo único que consiguió fue hundirse aún más. Cogió la pelota, la colocó, pensó durante unos segundos. Lanzó y el portero la desvió al aire. El empate salió volando.
¿Qué desgracia más puede ya pasar en el Real Murcia? El repertorio grana es infinito. Dos remates en toda la segunda parte sin fortuna, nervios generales, el público gritando, expulsiones, una jugada ridícula, cambios previsibles, canteranos jugando en el peor momento, cuando todo va mal, y al final otro gol en contra, con la plantilla deshecha, la moral por los suelos y una afición que no está dispuesta a tragar más.





REAL MURCIA 0 ELCHE CF 2
Real Murcia: Alberto (0), De Coz (0), Iñaki Bea (0), Sergio Fernández (1), Sergio Escudero (1); Martí (0) (Aguilera (1), m. 53), Bruno (0), Isaac (1), Pedro (1); Kike (1) (Mario Rosas(0), m. 53) y Chando (0) (Pico (1), m. 68).
Elche CF: Caballero(2), Crespi (1), Charpenet (1), Samuel (1), Raúl Fuster (1), Wakaso (2), Acciari (s.c.) (Generelo (1), m. 36), Juli (1), Saúl (1); Trejo (1) (Santos (1), m. 57) y Molina (2).
Goles: 0-1. M.30: Juli. 0-2. M.89: Molina
Árbitro: Antonio Mariscal Sánchez, del comité andaluz. Mostró la tarjeta amarilla a los locales Sergio Escudero y Pedro y a los visitantes Samuel, Crespí, Charpenet y Raúl Fuster. Expulsó con tarjeta roja directa al local De Coz en el minuto 86.
Incidencias: Partido correspondiente a la décimo novena jornada de la Liga de Segunda División que se disputó en el estadio Nueva Condomina ante 7.565 espectadores, la entrada más baja de toda la temporada.
EL DETALLE
Sólo dos victorias. Ese es el gran lastre del Real Murcia en esta Liga. Pasan las jornadas, ya se han disputado 19, y no hay capacidad de reacción. El equipo no remonta posiciones, no gana partidos y cada vez queda menos tiempo para intentar salir de los puestos de descenso a Segunda B. El Real Murcia y la afición esperan decisiones que cambien el rumbo.
EL PÚBLICO
Mucho frío en Nueva Condomina, colas para llegar al estadio, pero más de siete mil personas apoyando en las gradas. Fue una de las peores entradas, pero un buen número si se tiene en cuenta la clasificación del equipo y el mal tiempo.
LAS CLAVES
1. El palo
Segio Escudero tuvo la ocasión más clara al lanzar la pelota a la madera nada más comenzar el partido.
2. Falla Bruno
El Murcia falla sus penaltis. Bruno ha errado en tres ocasiones esta temporada.
3. Nervios
En los últimos minutos el Real Murcia se derrumbó.

No hay comentarios: