lunes, 7 de septiembre de 2009

El Murcia mejora, pero continúa sin ganar tras perdonar a la Real Sociedad

07.09.09 -
JOSÉ OTÓN SAN SEBASTIÁN/ La Verdad
REAL SOCIEDAD o - REAL MURCIA 0
Real Sociedad: Riesgo, Mikel González, Elustondo, Agirretxe, Xavi Prieto, Ansotegi, David Rivas, Bueno, Jonathan (Griezmann, min. 72), Estrada y De La Bella.
Real Murcia: Elía, De Coz, Iñaki Bea, Sergio Fernández, Óscar Sánchez, Bruno, Álvaro Mejía, Albiol, Capdevila (Mario Rosas, min. 75), Natalio y Pedro (Chando, min. 65).
Árbitro: Lizondo Cortés. Auxiliado en las bandas por Escribano Pérez y Cebrián Devis. Mostró tarjetas amarillas a Bruno, Albiol, De Coz, Agirretxe, Iñaki Bea, Natalio, De La Bella, Capdevila y Óscar Sánchez.
Incidencias: Anoeta, 17584 espectadores
El Real Murcia salió con un punto de Anoeta cuando debería haberse llevado los tres. Tras el desparrame goleador de Los Pajaritos el pasado jueves, el equipo de Campos volvió a estar negado ante el gol aunque a diferencia de lo sucedido en la Nueva Condomina hace siete días, sí creó ocasiones de gol.
Al Real Murcia sólo le faltó convicción para ganar el partido puesto que si hablamos sólo de fútbol fue mucho mejor que su rival. El punto sólo sirve, de momento, para sumar su primer punto en Liga y, de paso, para creer su propio discurso, aumentar su fe. El punto será bueno si el próximo domingo (17.00 horas) le gana al Huesca en la Nueva Condomina.
No es para lanzar las campanas al vuelo pero los dos resultados positivos de esta mini gira que acaba de terminar hacen albergar esperanzas. Este Real Murcia es diferente al de la temporada pasada en algunas cosas. En dos partidos de Liga aún no le han hecho un gol, quiere jugar al fútbol y sale a dominar y no a pegar pelotazos y a verlas venir aunque todavía debe madurar de cara a la portería contraria.
Sin goles, no hay ascensos. Otra de las facetas que debe repasar Campos con sus jugadores es la facilidad con la que recibe tarjetas. Ayer, seis jugadores vieron tarjeta amarilla y alguno rozó la expulsión. La experiencia de jugadores como Óscar Sánchez, Iñaki Bea o Sergio Fernández debe servir para darle estabilidad emocional a un proyecto de equipo que aún debe madurar.
Los primeros veinte minutos del Real Murcia fueron los de un equipo que quiere tener un papel protagonista en Segunda. Sólo la inseguridad de Elía y la ineficacia de Capdevila emborronaron el panorama de un partido que los de Campos necesitaban ganar para tomar impulso en la Liga. El equipo de Campos tuvo todas las oportunidades claras en la primera parte: en el minuto 1 el cabezazo de Sergio Fernández, en el 17 una volea cruzada de Albiol que rozó el poste derecho de Riesgo, un minuto más tarde un centro con veneno del propio Albiol y en el minuto 22 un buen cabezazo de Natalio al que le siguió una volea de Bruno. La más clara la de Capdevila en el minuto 5 tras una gran jugada de Natalio.
La Real sólo llegaba cuando algún defensa murcianista no se andaba expeditivo. La sensación que brotaba del césped era la de que si el equipo grana apretaba se llevaría el partido. Eso sí, el mejor hasta el momento del partido era Álvaro Mejía, seguido muy de cerca por Sergio Fernández. El remate rozando el poste de Capdevila en el minuto 34 confirmaba que el Real Murcia hubiera merecido ir ganando. Los aficionados de la Real Sociedad se levantaban de los asientos resoplando con el pitido del árbitro pensando en lo que les podía haber caído si los delanteros del Real Murcia hubieran tenido una tarde acertada.
La pausa de Rosas
La segunda parte comenzó de nuevo con el dominio del Real Murcia y con su falta de gol aunque no de llegada. La Real apretaba sólo a ratos aunque había situado a tres jugadores del Real Murcia (Óscar Sánchez, Bruno, Albiol y Capdevila). El primero rozó la expulsión en los primeros diez minutos y el estado de aceleración del último recomendaba sentarlo en el banquillo.
La Real no jugaba al fútbol pero apretaba ayudado por la grada y creaba nerviosismo en la defensa grana. A partir de este instante el equipo grana bajó en fiabilidad defensiva y en llegadas al área contraria. La Real ganó metros y el Real Murcia comenzó a sufrir. Campos intentó cambiarle la cara a su equipo con la entrada de Chando por Pedro. Pero el equipo donostiarra ya había encogido al Real Murcia de la primera parte. Además, más de un jugador parecía estar a punto de enfilar el túnel de vestuarios. Para colmo la Real Sociedad tenía la ocasión más clara del partido a veinte minutos del final en las botas de Elustondo tras una pésima salida de Elía.
José Miguel Campos dio entrada a Mario Rosas por el desquiciado Capdevila y el Real Murcia intentó volver a tener el balón. Sabor agridulce: el Real Murcia había merecido marcar al menos un par de goles en la primera parte y acababa el choque encerrado sicológicamente por una Real Sociedad menor que el equipo grana.

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