domingo, 4 de marzo de 2012

El Murcia apaga la luz

El equipo grana pierde contra el Numancia y se queda en tierra de nadie; a diez puntos del ascenso y del descenso
La Verdad
El Real Murcia se ha quedado en tierra de nadie. Mira para arriba y ve el ascenso a diez puntos. Mira hacia abajo y se encuentra con el descenso a la misma distancia; también a diez puntos. La derrota contra el Numancia lo ha dejado clavado en ninguna parte. Cumple sus objetivos, pero ya apenas tiene ilusión. Colarse entre los seis primeros es casi imposible. Tener alguna dificultad para mantener la categoría, con 36 puntos sumados, sería una catástrofe.

Con la permanencia y el descenso a raya, la temporada puede hacerse larga ya que al equipo de Iñaki Alonso le falta una vuelta de tuerca más para luchar con los mejores. Le cuesta ganar a las plantillas importantes y la del Numancia es una de ellas. Los sorianos apenas hacen ruido, no figuran en ninguna quiniela, pero suman y siguen. Solo han perdido un partido en Los Pajaritos y están a seis puntos del ascenso, una cifra que aguanta las posibilidades de soñar con la sexta posición.
El Numancia sumó una trabajada victoria frente al Murcia, en su fortín de Los Pajaritos, merced a la entrada al terreno de juego de Díaz de Cerio, que supo materializar la primera ocasión que se le presentó.
El delantero donostiarra volvió a ser decisivo para los intereses numantinos, como lo fue frente al Hércules y, en esta ocasión, materializó un triunfo que se le resistía al Numancia, ante un Murcia que demostró ser un equipo sólido, trabajado y con cierto peligro.
Choque equilibrado
Numancia y Murcia demostraron en la primera parte que el presumido, en la víspera, equilibrio de virtudes, era cierto. Los dos equipos anularon el poder ofensivo de su rival y los minutos se consumieron sin que el juego fluyese como el aficionado siempre desea.
Pudo romperse esta igualdad en el primer minuto, cuando un centro colgado sobre el segundo palo de la meta visitante, fue rematado por Natalio y su disparo con peligro se encontró con una posible mano de un defensor, reclamada por insistencia por el entrenador local.
El Murcia respondió rápido con disparo desviado de Pedro, a saque de banda y apretó las marcas acto seguido para entrar en una fase del partido donde la circulación del balón, por uno y otro equipo, lució por su ausencia.
El Murcia fió su potencial ofensivo a robar rápido y cambiar de orientación, buscando la espalda de Nano, pero por lo general no encontró el camino para hacer daño a la defensa adelantada numantina.
El Numancia, en este equilibrio de fuerzas, apenas pudo combinar como esta acostumbrada la parroquia local, ante la aglomeración de hombres en la medular y la presión murciana. Apenas dos combinaciones de interés, que trajo consigo un gol anulado, por fuera de juego, de Lago (minuto 14) y una subida de Nano por su banda con centro que remató de cabeza Juanjo, pero demasiado centrado para poner en problemas a Alberto (min. 23).
Lo demás de esta primera parte fue un querer y no poder dar con la tecla para romper las defensas contrarias. Julio Álvarez vería una amarilla que le impedirá estar la próxima jornada, por sanción, en Balaidos.
En la reanudación, el partido dio un auténtico vuelco y las ocasiones se sucedieron en ambas áreas y en especial en la del Murcia , aunque sería el visitante Ruso quien tendría la primera, tras driblar a Iván Malón al borde del área grande pero disparar.
En una fase de más de ida y vuelta, el Numancia volvió a demostrar lo que le cuesta hacer un gol. En apenas un minuto -del 65 al 66-, Alberto le sacó una mano salvadora a un remate a bocajarro pero con el muslo de Cedric y acto seguido Sunny perdonó un pase atrás de Lago, en una jugada iniciada por Bedoya, mucho más participativo en esta fase.
El Murcia también tuvo las suyas. Pedro hizo estirarse a Zabal en un remate al primer palo y Jorge vio como se le anulaba acto seguido un gol por fuera de juego, en un saque de córner prolongado por un compañero. Alberto le sacó con los pies otro remate en el área pequeña de Cedric, de tacón.
Y entró Diaz de Cerio por Juanjo, con apenas cuarto de hora por delante. Pero no necesitó mucho tiempo para demostrar que todavía tiene olfato de gol. Buscó un balón prolongado en la medular, amagó con disparar a la media salida de Alberto y le cruzó finalmente el balón para desequilibrar definitivamente el partido.

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